Este espacio fue concebido como una cocina de encuentro, un lugar donde las actividades cotidianas se transforman en experiencias compartidas.

La configuración en forma de U organiza el programa de manera fluida y dinámica. Cada tramo de la mesada tiene una función particular: zona de cocción equipada con horno y anafe a gas (LONGVIE), superficie de apoyo y trabajo, área de guardado, y finalmente extensión en mesa de comedor, que invita a compartir y habitar cada rincón del espacio. Esta continuidad entre funciones refuerza la idea de cocina como espacio integrador.

La mesada principal se resuelve como un volumen destacado en DEKTON Salina (Canteras), aportando presencia y continuidad visual al espacio. Mientras que los otros dos tramos se materializan en Silestone Romantic Ash, albergando la zona de lavado, equipada con pileta de acero inoxidable Johnson y grifería de última línea.

Los muebles bajo mesada acompañan el recorrido de los tres tramos, integrando las distintas funciones descriptas. Al igual que el coffee station, fueron desarrollados por la firma Balunek, sponsor del espacio. Para ambos sectores se seleccionó el producto Black Extreme Matt, perteneciente a la línea Táctil de Faplac, cuya textura y terminación aportan sofisticación y carácter al conjunto.

El Azul Puro de Alba actúa como elemento unificador desde el ingreso y a lo largo de los 15 metros lineales del espacio, extendiéndose también sobre el cielorraso. Esta continuidad cromática envuelve al usuario y refuerza la identidad del proyecto, generando una atmósfera inmersiva en todo su recorrido. El sector azul monocromático funciona como refugio de calma y relax, pensado para combinar la energía social de la cocina con un espacio descontracturado. Acá el mobiliario curvo y bajo (Casa Índigo) acompaña la idea de pausa y contemplación, combinado con un puff central que funciona como mesa de apoyo o como banqueta aportando flexibilidad al uso del espacio.

La iluminación se plantea como un recurso protagónico: líneas de luz que bañan los muros, mientras los círculos lumínicos proyectados sobre la pared frontal actúan como piezas escultóricas, aportando al espacio un aura escenográfica y teatral. Se generó una garganta de luz LED continua y embutidos puntuales (Macroled) que refuerzan sectores estratégicos del espacio. Se conserva un muro de hormigón armado original del edificio, al igual que las columnas que acompañan el recorrido. La tercera pared se reviste con paneles de melamina Gris Caliza (Faplac), mientras que la cuarta incorpora un spot de vegetación escenográfico, enmarcado por una doble cortina de gasa interior y tablillas de aluminio gris grafito en el exterior (Rielamericano).

El piso de porcelanato Médano (Vite), en piezas de 1,60 x 0,80 m, unifica visualmente el espacio y termina de integrar los distintos elementos materiales y cromáticos del proyecto.

Las piezas de arte (Angeles Gollan), concebidas como lienzos que montan sobre una estructura de caño (Tienda de Hierros), dialogan con la arquitectura, construyendo una atmósfera contemporánea contundente. El coffee station, resignificando un momento cotidiano —el café— como ritual destacado, fue concebido como un nicho negro dentro de la caja azul, reforzando la idea de contraste y profundidad.

Este no es solo un espacio de cocina: es una arquitectura para crear, compartir, y contemplar, donde la técnica se funde con la poética, y lo cotidiano adquiere un aire de celebración.