La premisa fue realizar un espacio vivible, recorrible e icónico para que los usuarios se vayan con una idea clara de las novedades de la temporada en cuanto al concepto y el porqué de estas paletas para el 2026, mostrando combinaciones de colores, técnicas en el uso, y efectos replicables de las pinturas, convirtiendo el recorrido en una experiencia al atravesar este lugar. No buscamos reproducir un ambiente de una casa tradicional, sino que sea un espacio lúdico, único y memorable.

Tomando en cuenta los lineamientos de Alba, presentamos un tema que atraviesa la colección, reflejando el sentir del momento y hacia dónde se dirige el mundo. A raíz del estudio sobre cómo se sienten las personas y lo que van a necesitar en sus hogares en los próximos años, se seleccionaron paletas que ofrecen soluciones inspiradoras y conectadas, capaces de mostrar al público cómo transformar sus vidas a través de los colores.

El hilo conductor es anticiparnos al estado de ánimo del 2026. Nuestra idea es que al momento de entrar al espacio tengamos un foyer monocromático en donde el visitante inspirado por los azules, encuentre su propio ritmo, mezclando los colores principales: azul puro, profundidad del océano y gris cobayo, que son los colores del año. Al ingresar, ya dejamos atrás todo el bagaje de dónde venimos, por ende, la gente atraviesa el patio y los jardines exteriores y de golpe entra en esta pausa, casi como cuando te dan un sorbete de helado con champagne para poder degustar con el paladar impoluto lo que está por venir.

El proyecto se resuelve en una caja de espacios habitables, recorribles y observables.

Haciendo hincapié en el Maximalismo urbano, en el espacio veremos un mix de colores, formas y texturas, con cielorrasos figurados, detalles de leds y solados distintos que lo vuelven aún más rico en elementos. Esto se potencia con los efectos especiales de la nueva línea Alba Design, incorporando otras texturas. La propuesta se complementa con muros curvos, alfombras de colores en formas redondeadas y mobiliario en sintonía con nuestras paletas, logrando una composición armónica, casi musical, reflejando la tendencia “Round” de nuestra propuesta.

Un interiorismo que se traduce a espacios intensos, personales, narrativos y eclécticos donde cada rincón cuenta algo. Este enfoque se vincula con la vitalidad de la ciudad, su diversidad y el deseo de experimentar con libertad. Una tendencia que marca el rumbo del diseño 2025 – 2026.

El recorrido empieza por el sector “silencio» que  es un refugio que susurra: “entrá, acomodate, sentite en casa”. La idea es hacer un stop, levantar el pie del acelerador, tomarse el tiempo para desenchufarse y entregarse a la calma. Generamos un espacio tranquilo, donde el mundo calla, la mente respira y el alma encuentra tiempo para desenchufarse. Rodeado de azules como profundidad de océano y a la luz de luna, una hamaca cuelga para que nos entreguemos a un momento de paz, en un lugar tranquilo, sereno e íntimo. Un rincón donde detenerse a leer, escuchar música con auriculares, estar junto a una biblioteca o simplemente dejar que la quietud abrace el recorrido.

La segunda parada habla de romper barreras: entregarse a la diversión, experimentar y jugar. La creatividad impulsa, libera y permite volar. Descubrimos tonos que vibran, que invitan a bailar. Con la paleta de la “Danza” diseñamos un espacio donde los límites se deshacen y el pensamiento encuentra alas para crear, imaginar y ser, sin ataduras. Lo vinculamos con la danza moderna, que surgió a principios del siglo XX como una reacción a las formas clásicas. La idea es romper con las estructuras clásicas, con libertad de movimientos y expresar emociones. Esto lo plasmamos en este ambiente con paredes que danzan, muebles con formas libres como amebas, todo muy orgánico y natural siguiendo los principios anatómicos del cuerpo humano, haciendo alusión a una danza moderna. Por otro lado, los cielorrasos espiralados y el mobiliario que te abraza, invitan a sentarse como en el living de una casa moderna, inclusive buscamos la luz natural generando una ventana redonda donde entra la luz del sol.

Nuestra última parada es entrando en el ritmo de las cosas, “Sector Bossa Nova”. Para florecer, los seres vivos necesitamos apoyarnos, trabajar juntos e interconectarnos. Es hora de sincronizar con el mundo y sentirnos parte de una gran familia. Estar sintonizado con el mundo nos ayuda a prosperar. Con la paleta Bossa Nova creamos un espacio cálido,  donde podemos reconectarnos con los ritmos naturales de la vida. Este sector tiene un box semicircular que alude al primer disco de João Gilberto cuando surgió el estilo musical, este mix de samba carioca, jazz y blues nació en reuniones de músicos, poetas e intelectuales bohemios en Copacabana e Ipanema. El espacio tiene formas casi musicales, inclusive en el cielorraso, el lugar casi como un comedor se presta para tener para tener charlas e interconectarse acompañado de música brasilera de fondo incluyendo un mural geométrico realizado por la artista Stella Maris Brieva con los tonos que representan a esta paleta.

Este recorrido no es solo una exhibición, es un manifiesto de color, ritmo y emociones. Un espacio que, desde Alba, invita a transformar cada hogar en un universo propio, donde cada rincón vibra con la energía del 2026.