
“Maximalismo” debía ser, dijeron… y entonces me encontré con un gran espacio, sin luz natural, triste, lúgubre.
Pensé en transformarlo en una experiencia sensorial, una experiencia “envolvente”, saturación visual fue mi idea para cumplir con aquel requisito. Quería que cada lugar donde el espectador mirara, le genere alegría en exceso.
Que al ingresar, sintiera un impacto, sintiera la necesidad de entrar y dejarse abrazar por esta piel. Así decidí cubrirlo por completo con 900m2 de telas intervenidas y poblarlo con un “ejército de lámparas”. Poniendo en evidencia, la importancia del textil en el diseño, aquí nada es perfecto, todo es exuberante…
Cada rincón, cada mirada, está nutrida de abundancia.
En palabras de Jean Cocteau: …”demasiado nunca es suficiente”…
COLABORADORES
SPONSORS OFICIALES QUE COLABORARON EN EL ESPACIO






